Modelo de Naciones Unidas
UNESMUN 2021; La primera edición celebrada telemáticamente
Hace algo más de dos meses, tanto yo, como algunos de mis compañeros comenzamos a acudir a una serie de sesiones formativas con el fin de familiarizarnos con el Modelo de Naciones Unidas. Estas clases fueron impartidas por nuestros respectivos presidentes de órgano. Yo, personalmente representaba a Costa de Marfil en ONU mujeres, siendo también su embajadora.
UNESMUN, principalmente se basa en que cada colegio, obtiene un país al que debe representar. Dependiendo de la cantidad de delegados, varía la presencia en la totalidad de los órganos o no. Nosotros, al ser cinco, pudimos completar todos; siendo Rodrigo de León representante en Consejo de Seguridad, Eugenio López-Villaseñor en UNESCO, Santiago García en Asamblea General, y por último Amaya Lorenzo en ECOSOC.
A cada uno de los órganos, se le es asignado un tema, del que se debe extraer un Anteproyecto de Resolución. Esto, se debe realizar a base de votaciones, negociaciones y enmiendas.
A lo largo de la formación, no solo se nos enseñó el uso de la tercera persona o la función de los distintos caucus, sino que nos familiarizamos con las demás generaciones y estrechamos grandes amistades. A pesar de estar separados por una pantalla, puedo decir que disfrute mucho conocer a los delegados a los largo de las semanas.
Finalmente, el viernes pasado, llegó el día que tanto tiempo llevábamos preparando. Por la mañana temprano nos vestíamos con nuestros trajes protocolarios, comprobamos la conexión, sacábamos nuestras bandera y hablábamos nerviosos de lo que esperábamos de las sesiones. Después de la ceremonia de inauguración donde pudimos escuchar las esperanzadoras palabras de un verdadero miembro de las Naciones Unidas, nos dispusimos a tomar el papel de las distintas delegaciones.
Rápidamente, los países se posicionaron en el tema, y determinados países destacaban por la fortaleza de sus posiciones. Nuestro tema era el acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad en instituciones y empresas, por lo que rápidamente intente llevar el debate hacia la educación en las regiones en vías de desarrollo. Fue aquí, cuando los dos grandes frentes ser formaron, por un lado Estados Unidos optaba por una visión mucho más obligatoria de la educación, a lo que Rusia defendía el respeto de la cultura, y el no-imposición.
Yo, como era de esperar por mi gran porcentaje de población musulmana, rápidamente apoyé al delegado ruso.
Los caucus fluyeron con numerosos intentos de convencer a las delegaciones que aún no se habían posicionado, hasta que llegó el descanso para comer. Después, tuvimos una actividad en la que pudimos conocernos más en profundidad tanto los países, como el moderador y el presidente. Me reí mucho, y fue muy interesante conocer las inquietudes de los compañeros.
Y aquí, llegó mi momento favorito. De repente, el tranquilo tono de nuestro presidente, Pedro, se tiñó de preocupación. Nos contó como había ocurrido horrible y procedió a poner las noticias. El presentador narraba angustiado como un grupo de terroristas, había tomado todas las fábricas de desarrollo de vacunas COVID19. Rápidamente, conectaron con uno de los terroristas, que aseguraba que si las vacunas no eran repartidas justamente, serían voladas por lo aires.
Rápidamente se nos mandó a todos los embajadores a una sala con el fin de lidiar con la situación de emergencia. Nos posicionamos y se crearon dos frentes, los países a favor del diálogo, dirigidos por Francia (al que yo pertenecía, ya que debido a la escasa tasa de vacunación de mi país, no podía arriesgarme a perder las posibles dosis venideras), y por otro lado, estaban Rusia, EEUU y China que optaban por el uso de los Cascos Azules.
Finalmente, las naciones partidarias del diálogo vencimos y nuestro anteproyecto de resolución fue aprobado. Muy contenta con el resultado, regresé a mi respectivo órgano.
Aunque al llegar, la sensación fue un poco agridulce, numerosos delegados de la liga Islámica habíamos abandonado la sala, y parecía que los occidentales iban con la delantera. Enseguida nos pusimos manos a la obra, y conseguimos recuperar apoyos. Finalmente, cerramos el día empatando en votos.
A la mañana siguiente, con las pilas cargadas, regresamos al diálogo. Con mucho trabajo y mucha investigación conseguimos traer de vuelta a China, un elemento decisivo.
Finalmente, votamos y conseguimos mayoría absoluta (50% + 1). Pasamos a votar las enmiendas y no desarrollamos ninguno, ya que requeriríamos mayoría cualificada (66%). Una vez acabado el anteproyecto de resolución, realizamos un google docs sobre la participación. Nos reímos muchísimo, dimos las gracias a Pedro, y acudimos de nuevo a la ceremonia de Clausura.
Finalmente hicimos una puesta en común, y los presidentes de cada órgano hablaron brevemente.
A pesar de haber perdido el factor presencial, puedo decir que esta edición ha sobrepasado por completo mis expectativas. Espero poder seguir haciendo actividades entorno a el modelo de Naciones Unidas, ya que me ha envuelto por cómo y me he reafirmado en lo que quiero hacer en unos años. Desde luego me llevo una experiencia única y amigos maravillosos.